El 8 de marzo el movimiento feminista volverá a salir a la calle con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujeres. En el marco de la jornada, se organizarán en toda España manifestaciones, talleres, charlas, actividades, conciertos y eventos de todo tipo para reclamar el fin de las violencias, las desigualdades y las barreras a las que se enfrentan las mujeres por el hecho de ser mujeres. Violencias, desigualdades y barreras que afectan directamente a la salud mental. Así lo recuerda un manifiesto elaborado por la Red Estatal de Mujeres Salud Mental España: “Bajo el sistema patriarcal, las desigualdades estructurales basadas en el género, provocan que ser mujer sea un factor de riesgo para tener un problema de salud mental”. Las mujeres tenemos tres veces más riesgo de desarrollar depresión, por ejemplo. O, como vimos en el último informe de MBRRACE-UK, las madres tienen tres veces más posibilidades de morir por suicidio durante las seis semanas siguientes al fin del embarazo; un dato que podría extrapolarse a otros contextos como el nuestro si tuviéramos investigaciones como esta destinadas a mejorar la salud mental perinatal.
Por el placer de maternar, más y mejor salud mental perinatal
Desde el Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal queremos unirnos al lema de la Red chilena de salud mental perinatal: «Por el placer de maternar, más y mejor Salud Mental Perinatal», algo que pasa inevitablemente por la prevención, la investigación, la creación de políticas adecuadas y, por supuesto, por la formación en salud mental perinatal.
Sabemos que el proceso que conlleva un embarazo puede aumentar la vulnerabilidad de las mujeres hacia trastornos como la depresión, la ansiedad o los TCA. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 25% de las embarazadas experimenta algún malestar psíquico significativo durante la gestación. Después del parto, 1 de cada 5 madres sufre ansiedad o depresión. La prevención antes incluso del embarazo ya es una herramienta efectiva para cuidar la salud mental perinatal. Así lo explicaba Raquel Carmona, psiquiatra y docente del Instituto de Salud Mental Perinatal, en un reportaje reciente sobre la importancia de cuidar la salud mental materna ya durante el embarazo, donde señalana que la visibilización de la salud mental perinatal y de los trastornos mentales que se pueden dar en esta etapa de la vida de la mujer ya es por sí misma una potente herramienta de prevención. “Las mujeres deben conocer que pueden sufrir en el embarazo y en el posparto una enfermedad mental y los profesionales incluir en los protocolos de atención del embarazo las pruebas para detectarlos”, decía.
Y no sólo se requiere de prevención y un acompañamiento adecuado antes de la concepción o durante el embarazo, también en el parto, el postparto, la lactancia o la crianza, velando por la protección de los procesos y cambios.
Investigaciones como el Informe Europeo de Salud Perinatal del Euro-Peristat o el programa de investigación colaborativo MBRRACE-UK son imprescindibles para conocer el estado de salud y bienestar de la población. Pero necesitamos que las investigaciones centradas en la salud mental perinatal sean imprescindibles en otros muchos lugares para poder definir las políticas más adecuadas: aquellas centradas en las necesidades más humanas, que pongan en contexto las dificultades desde una perspectiva biopsicosocial y ecopsicológica.
Diferentes estudios a lo largo de estos años han puesto de manifiesto la gran influencia que el estado emocional de la madre tiene sobre el desarrollo del bebé y su salud mental. También cómo unas mejores políticas de cuidados protegen la salud mental o la lactancia. Necesitamos una maternidad feminista que ponga en el centro las necesidades reales de las madres y de los bebés por encima de la lógica laboral y mercantilista. Sin derechos y recursos, sin medidas valientes, sin una mirada perinatal que entienda la importancia de la díada madre-bebé, no es posible que las madres puedan maternar como desean.
Una formación con mirada perinatal
Sabemos que es necesario seguir formando a las profesionales que atienden la perinatalidad para que tengan unos conocimientos en cuidados que sean sensibles con el trauma y con perspectiva de género. Esta es nuestra apuesta y es el modelo que juntas estamos construyendo.
La atención a la salud mental ha prestado poca atención a las madres. Desde el Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal promovemos un modelo ecosistémico para la atención integral a la perinatalidad inspirado en las propuestas de referentes como Urie Bronfenbrenner y John Bowlby, sin ollvidar las aportaciones de la neurobiología, la epigenética, los modelos de transmisión intergeneracional del apego y el trauma, la sistémica. Por supuesto, sería imposible sin uuna perspectiva de género y ecológica que permita visibilizar las necesidades de la díada madre-bebé en el centro como punto de partida para la prevención y la atención en perinatalidad.
Es más necesario que nunca proteger la maternidad. Cuidarla. Sostenerla. Porque para transformar el mundo hay que empezar por cambiar el inicio de todo.
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